OBJETIVO DE LA SESIÓN: suscitar el deseo de conocer y valorar la Biblia. Descubrir en ella y en los acontecimientos de nuestra vida la Palabra de Dios que debemos escuchar, vivir y difundir.
DIOS NOS HA HABLADO
Por amor Dios se nos revela mediante obras y palabras íntimamente unidas, ofreciéndonos la salvación que culmina en Cristo Jesús. Esta revelación, transmitida y actualizada en la vida de la comunidad, quedó consignada poco a poco por escrito en los libros de la Biblia, Antiguo y Nuevo Testamento (en adelante AT y NT).
SENTIDO GLOBAL DE LA REVELACIÓN
Por amor Dios quiere entrar en contacto con todos los hombres, desea entablar un diálogo con nosotros a fin de realizar la historia de la salvación, comunicándonos su vida divina en su Hijo. Esta iniciativa de Dios se llama Revelación, por ella Dios se nos ha manifestado, nos ha indicado quién es él y quiénes nosotros, cuál es su proyecto sobre la humanidad y creación entera (Jn 3,16).
REVELACIÓN POR OBRAS Y PALABRAS
La revelación se lleva a cabo por obras y palabras unidas íntimamente. Las obras que Dios realiza en la historia manifiestan y confirman lo que las palabras anuncian, las palabras proclaman las obras y explican su sentido. En el AT Dios anunció a los israelitas su proyecto liberador de la esclavitud egipcia (Éx 3), y de hecho los liberó y sacó de Egipto (Éx 12-15). En el NT Jesús multiplica los panes y luego en el evangelio de Juan se revela como el Pan de Vida, explica el signo que anteriormente había realizado (Jn 6).
TRADICIÓN Y ESCRITURA
La revelación se fue realizando paulatinamente por diversos intermediarios y tiene su plenitud y perfección en Cristo. Se fue transmitiendo en la comunidad por múltiples medios: predicación, catequesis, culto, testimonio de vida, etc. Esa es la Tradición viva.
Poco a poco esta memoria de la revelación que era no sólo recuerdo del pasado, sino interpretación y actualización fue quedando consignada por escrito en los libros bíblicos. Es la Escritura, que narra la historia de la salvación, presenta las obras que Dios ha realizado y nuestra respuesta a Dios. La consignación de la revelación por escrito no suprime nunca su transmisión viva.
REVELACIÓN DE DIOS EN EL AT
La finalidad del AT (período anterior a Jesús) es preparar la venida de Jesucristo. Tal preparación Dios la llevó a cabo junto con el pueblo elegido de múltiples maneras: a través de promesas, alianzas, profecías, imágenes, etc. El pueblo poco a poco fue experimentando la cercanía de Dios que lo salvaba y se revelaba en su historia, también le iba manifestando su futura salvación.
REVELACIÓN PROGRESIVA
La revelación no se dio completa en un primer momento. Dios fue educando, como un padre y una madre, a su pueblo. Es por ese carácter progresivo que encontramos muchos elementos imperfectos y pasajeros en el AT que nos manifiestan la pedagogía divina.
REVELACIÓN DE DIOS EN EL NT
Jesús es la Palabra de Dios hecha carne (Jn 1,14), vino a llevar a su plenitud y perfección la revelación iniciada en el AT. Dice san Pablo que ha llegado la plenitud de los tiempos (Gál 4,4) estamos en la Nueva y definitiva Alianza. En Jesús se cumplen y realizan todas promesas del AT.
LA PERSONA DE JESÚS
Jesús es el revelador pleno del Padre (Jn1,18). Él llevó a cabo esta revelación y salvación a través de toda su persona: con su presencia y manifestación, con sus palabras y obras, signos y milagros, sobre todo con su muerte y gloriosa resurrección, con el envío del Espíritu Santo.
TRANSMISIÓN ECLESIAL
Los Apóstoles, testigos de las palabras y obras de Jesús, transmitieron lo aprendido de su maestro. Ellos, fieles a la misión recibida de él y asistidos por el Espíritu Santo, junto con la comunidad, anunciaron y comunicaron la salvación a todos los pueblos.
COMPRENSIÓN PAULATINA
Esta revelación plena en Jesucristo y que está consignada en los libros del NT ya no requiere de ninguna otra revelación (DV 4). Dios nos ha dicho y dado todo en su Hijo. A lo largo del tiempo va creciendo su comprensión, pastores y fieles guiados por el Espíritu.
CONCILIO VATICANO II Y SÍNODO DE LA PALABRA
El Concilio Vaticano II abordó el tema de la Biblia a través de la constitución Dei Verbum sobre la divina revelación: abrió de par en par las puertas de la Escritura a todos los fieles, nos urgió a entrar en contacto con la Palabra de Dios, etc.
En octubre de 2008 se celebró en Roma un sínodo Ordinario sobre la Palabra de Dios en la vida y misión de la Iglesia, en 2010 Benedicto XVI publicó la exhortación apostólica Verbum Domini que profundiza las aportaciones del Sínodo.
LA PALABRA EN LA BIBLIA
La Biblia no es un mensaje del pasado, es una palabra viva y eficaz, más cortante que espada de dos filos (Heb 4,12-13). Aunque escrita hace mucho tiempo, su mensaje sigue siendo válido pues contiene la Palabra de Dios.
CONCLUSIÓN: es importante conocer la Biblia, palabra viva y actual en la que su Hijo nos sigue hablando. Debemos escuchar, poner en práctica y difundir la Palabra. Decía san Jerónimo que “desconocer la Escritura es desconocer Cristo”. Cristo está presente en su Palabra.
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